Stratta
El edificio Stratta se ubica en el corazón financiero de la ciudad de Quito, frente al parque la Carolina en un lote esquinero; la premisa fundamental de diseño fue potenciar la relación del espacio interior con el entorno natural, el contexto edificado inmediato y la ciudad.
RUPTURA DEL DIEDRO:
La volumetría está compuesta por una serie de planos alrededor de todos los espacios, en su mayoría con vidrio de alto rendimiento para permitir la entrada controlada de luz y calor hacia el interior, además de permitir vistas amplias desde prácticamente todos los espacios interiores; la idea de “levedad” rige la presencia de la edificación frente a la ciudad disminuyendo su impacto al reducir la masa y absorbiendo en sus planos acristalados la cromática exterior en el transcurso del día. La idea de romper “el diedro” a través del plano como recurso compositivo contribuye a la convivencia recíproca entre los usuarios y el contexto.
La base de la torre cede en sus retiros para conformar un espacio público generoso con líneas y niveles que se adaptan suavemente a la topografía del lote, la vegetación está presente de manera discreta en el contorno del espacio y en la noche líneas de luz incrustadas en el piso crean un ambiente que invita al peatón a ser parte del espacio.
JERARQUIZACIÓN DEL PLANO:
El remate del edificio se eleva con un conjunto de planos perimetrales que recorren el edificio y generan protección del viento y confieren habitabilidad al área de terraza cubierta por; el área comunal consta de un sitio para eventos con condiciones de transformarse en un auditorio para conferencias con varios servicios. El paramento frontal de vidrio se extiende verticalmente dos pisos completos desde la terraza del último piso incrementando la verticalidad de la torre sin obstaculizar las visuales. La estructura de soporte de los vidrios se llevó a la mínima expresión para reforzar el concepto de levedad.
FUNCIONALIDAD:
El acceso peatonal está en la vía de menor jerarquía a través de la plaza y en doble altura logrando un punto focal en el centro del proyecto, el punto fijo de la torre se desarrolló de manera lineal paralelo al eje regente y se ubica en la zona con la vista más desfavorable pero estratégicamente ubicado en el centro de distribución de la planta. Adyacente a los ascensores se colocaron unas baterías sanitarias comunales adicionales a las requeridas para oficinas en caso de usar una planta libre maximizando las visuales hacia el parque. Los espacios interiores de oficina casi en su totalidad tienen iluminación natural a lo largo del día, reduciendo sustancialmente el uso de lámparas y luminarias artificiales; y se controla con la implementación de un vidrio laminado de alto rendimiento. En la fachada este se incluyen también lamas de vidrio serigrafiado provocando una sombra tamizada sobre todo en las horas con el sol en puntos altos.